El ayurveda es un sistema completo de medicina tradicional ancestral surgido hace milenios en el valle del Indo, dónde floreció, evolucionó y se preservó hasta nuestros días. Es una ciencia holística, ya que considera los diversos aspectos del ser humano y su relación con el Todo, es decir, cuerpo, mente y espíritu y su interacción con el resto del Cosmos. Tal es su antigüedad que no disponemos de una fecha aproximada y solo podemos hacer estimaciones inexactas.
Cuenta la tradición que fueron los Rishis, sabios iluminados de la antigua India, quienes meditando en cuevas solitarias concibieron y formularon los principios básicos del ayurveda. Oficialmente se considera que surgió a partir del Atharvaveda, el más reciente de los vedas (libros sagrados de esta antigua civilización). Como primer y más importante tratado conocido actualmente se menciona a Charaka Samhita, datado unos mil años antes de nuestra era. También un importante tratado sobre la cirugía data en esa misma época: el Sushruta Samhita, surgido de la necesidad de tratar heridas de la guerra, ya que el ayurveda en sus principios es un sistema armónico y no invasivo, que respeta las facultades del cuerpo a regenerarse por sí mismo.
Ayurveda significa literalmente “ciencia de la vida”, porque en sánscrito ayur significa vida y véda – ciencia o conocimiento.
El ayurveda define la vida como una combinación de:
Sharira: cuerpo
Indraya: sentidos
Satva: mente
Atma: alma o espíritu
Los propósitos principales del ayurveda son fomentar y preservar la salud y curar la enfermedad.
Los principios básicos del ayurveda
microcosmos=macrocosmos
El ayurveda se rige de acuerdo con las leyes universales de la correlación ente el microcosmos y el macrocosmos, es decir, todo lo que existe en el universo aparece también dentro del cuerpo humano, un universo micro-cósmico formado por billones de células, que si está en armonía tiene la capacidad de autocorregirse.
Los cinco elementos primordiales Panchamahabhutas
Según estos principios, tanto el universo, como por consiguiente el cuerpo humano están constituidos a partir de cinco elementos primordiales, no en referencia a la Tabla Periódica sino más bien a los diferentes estados de la materia.
Aakash (éter): fuente de toda la materia y el espacio de su existencia a la vez. Se manifiesta como el espacio que existe entre la materia.
Vayu (aire): estado gaseoso, movilidad y dinamismo, la existencia sin forma.
Agni (fuego): el proceso o la capacidad de transformación de un estado de materia a otro. La forma sin sustancia.
Apas (agua): estado líquido, fluidez, sustancia que carece de estabilidad.
Prithvi (tierra): estado sólido, con rigidez y estabilidad.
Todas lo que existe en nuestro universo está hecho de una combinación de estos cinco elementos y todas las cosas se pueden clasificar según el elemento que predomina en ellas.
Los tres Doshas
El ayurveda considera a cada individuo como un fenómeno único, resultado de las infinitas combinaciones y proporciones posibles de los cinco elementos básicos antes mencionados, que se manifiestan en tres organizaciones biológicas posibles: vata, pitta y kafa. Són las que definen los cambios fisiopatológicos de todos los seres.
Vata: Combinación entre el aire y el éter. Es el principio de la energía cinética del cuerpo. Regula el sistema nervioso y todo el movimiento del cuerpo y la mente. Es seco, frío, ligero, móvil, claro, áspero y sutil. Vata se acumula en: cerebro, sistema nervioso, corazón, colon, huesos, pulmones, vejiga, pelvis, muslos, oídos y piel.
Pitta: Surge del fuego y agua. Regula el equilibrio entre la energía cinética y potencial. Es la energía encargada de la digestión, ya sea de la comida o pensamientos. Se encarga de todas las transformaciones que tienen lugar en el cuerpo. Sistemas enzimático y endoctrino. Es caliente, intenso, ligero, fluido, ácido, móvil y líquido. Pitta se acumula en cerebro, hígado, bazo, intestino delgado, glándulas endoctrinas, piel, ojos, sangre y sudor.
Kapha: Combinación entre agua y tierra. Es el principio de la energía potencial del cuerpo que regula su estabilidad y lubricación. Es el sistema de tejidos y de evacuación de seshechos corporales. Es oleaoso, frío, pesado, estable, pegajoso, blando y suave. Kapha tiende a acumularse en: cerebro, articulaciones, boca, cabeza, cuello, estómago, pulmones, corazón, esófago y en la grasa.
Cuando están en equilibrio hacen que los elementos del cuerpo funcionen en armonía, pero si se desequilibran generan el caos y aparecen las enfermedades. Su aumento o disminución depende de las características de todo aquello que se ingiere, siendo nuestra alimentación y emociones, por lo tanto, nuestras principales causas de equilibrio o desorden, salud o enfermedad.
Constitución corporal Prakriti y Vikriti
Según ayurveda, nuestra constitución física y mental depende de la combinación entre los doshas y se predetermina en el momento de la concepción, siendo única e inimitable para cada individuo y denominada prakriti. Vikriti, en cambio, es nuestra condición de salud actual, que es siempre cambiante. Conociendo nuestro prakriti podemos saber que hábitos son los más saludables para nosotros para mantenernos en equilibrio.
Los seis sabores o rasas
La cantidad de cada dosha que el cuerpo produce depende en mayor grado a los sabores que uno consume. Éstos, al igual que los doshas, dependen de los cinco elementos primordiales y tienen un impacto en el organismo entero, no solo en nuestro paladar.El ayurveda clasifica los sabores percibidos por la lengua en seis.Para mantener un cuerpo sano y una mente equilibrada hay que mantener un equilibrio entre estos seis sabores, todos ellos son necesarios y los obtenemos a diario principalmente a través de la comida. Hay que tener en cuenta que cada sabor, además de tener un efecto en el cuerpo lo tiene en nuestra mente en forma de emoción correspondiente, y viceversa, cada emoción produce un sabor en el cuerpo. Podríamos considerar que el impacto de los sabores es incluso más importante en la mente que en el cuerpo.
Los efectos principales de los sabores en el cuerpo:
Dulce: originado principalmente por tierra y agua. Es refrescante, pesado y untuosa y tiende a aumentar kapha y reducir vata y pitta. Aumenta los tejidos, nutre el cuerpo y la mente y alivia eficazmente el hambre y la sed.
Agrio: combinación predominante de tierra y fuego. Es pesado, untuoso y calorifico. Incrementa el kapha y pitta u reduce el vata. Ayuda a eliminar los residuos, espasmos, temblores. Favorece el apetito y a la digestión y refresca el cuerpo.
Salado: predominan el agua y fuego, así que incrementa kapha y pitta, pero reduce vata. Es pesado, untuoso y calorífico. Purifica el cuerpo eliminando residuos, aumenta el apetito y la digestión. Ablanda los tejidos y los suaviza.
Picante: se compone por fuego y aire así que aumenta el pitta y vatta, pero reduce el kapha. Es ligero, seco y calorífico. Purifica el cuerpo de secreciones, y disminuye los tejidos de grasa, leche y semen (los del tipo kapha). Aumenta el apetito.
Amargo: predominan el aire y el éter, por lo tanto, incrementa el vata y reduce kapha y pitta. Es seco, ligero y refrescante. Purifica el cuerpo de las secreciones y de sabores devolviéndolo a un equilibrio natural. Es antiafrodisíaco, tonifica el organismo y mejora el apetito y ayuda a disminuir la fiebre y enfermedades de la piel.
Astringente: sabor áspero formado por aire y éter, aumenta el vata y disminuye el pitta y kapha. Es refrescante, seco y ligero. Reduce todas las secreciones, sana, limpia y purifica todo el cuerpo.
Los principales efectos de los sabores en la mente:
Dulce produce satisfacción y saciedad, pero en exceso provoca autocomplacencia.
Agrio se identifica con la necesidad de poseer, dar valor a cosas externas. En exceso puede provocar envidia o celos.
Salado ayuda a disfrutar de la vida, estar a gusto, pero en exceso puede degenerar en hedonismo.
Picante aumenta la excitación y la estimulación, aumenta la intensidad. En exceso lleva a impaciencia, irritabilidad e incluso ira.
Amargo genera insatisfacción, deseo de cambiar. En exceso puede llevar a la frustración.
Astringente causa introversión. En exceso puede llevar a la ansiedad y el miedo y inseguridad.
Virya o energía digestiva
Los alimentos se pueden clasificar en fríos o calientes según la virya o energía que desprenden durante la digestión. Los alimentos de virya caliente ayudan a la digestión liberando energía y facilitan el metabolismo. Los alimentos de virya frío precisan que el intestino obtenga energía adicional del resto del cuerpo para ser digeridos, rebajando así la intensidad de otras actividades corporales.
Vipaka, el efecto postdigestivo
Cuando la digestión ha terminado los nutrientes se convierten en tejidos y en ese proceso a menudo la rasa o sabor percibido originalmente en el paladar cambia y se transforma produciendo su efecto en el organismo. El dulce y salado producen un efecto dulce, agradable y nutritivo. El agrio produce agrio y aumenta el deseo de nuevas sustancias que digerir. El picante, amargo y astringente producen picante que ayuda todo lo físico y mental se consuma o se elimine del cuerpo.
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La forma más rápida y fácil de equilibrar los doshas es a través de la comida y el impacto de los sabores de ésta en nuestro cuerpo y mente. Por ese motivo en “Jardín de Hara” le dedicamos una atención especial a la alimentación, impartiendo talleres y seminarios sobre la cocina ayurvédica, sus principios, la combinación saludable entre alimentos y el uso de las especies a la hora de su preparación.